En el entorno de Bárcena, la puerta a la Quebrada de Humahuaca, se encuentra esta pequeña casa boutique rodeada de un paisaje increíble. El cliente es una persona muy detallista y la idea principal fue lograr una vivienda confortable y eficiente con elementos estéticos de la arquitectura norteña, de rasgos andinos y materialidad rústica. Un gran muro de piedra divide la casa en dos sectores, norte y sur, a la vez que bloquea el viento frío y los ruidos provenientes de la ruta. Hacia el norte quedan la mayoría de los espacios, con las mejores vistas y orientación privilegiada. En el primer piso un techo verde con terraza transitable ejerce las veces de mirador hacia la cascada de Bárcena.