Firmitas, utilitas, venustas y ¿sustinabilitas?

En el siglo I a. C., el conocido arquitecto y escritor llamado Vitruvio se convirtió en uno de los primeros teóricos de la arquitectura cuyo legado aún sigue vigente hoy en día. Es conocido, principalmente, por su obra “De architectura” (Sobre la arquitectura), un tratado en diez libros que aborda diversos aspectos de la arquitectura, la ingeniería y el urbanismo en la antigua Roma. Gracias a estos escritos ha sido posible comprender la arquitectura y la planificación urbana de la antigüedad clásica de una forma muy precisa.

Este tratado destaca la importancia de la función, la belleza y la durabilidad en la arquitectura, y establece la famosa teoría de las tres cualidades esenciales: firmitas (firmeza), utilitas (utilidad) y venustas (belleza), como los tres pilares básicos en los que se basa la arquitectura clásica. La arquitectura se puede definir, entonces, como un equilibrio entre estos tres elementos, sin sobrepasar ninguno a los otros dos. No tendría sentido tratar de entender una obra de arquitectura sin aceptar estos tres aspectos. Y estos conceptos, también recogidos por la arquitectura posterior, han llegado hasta nuestros días.

El significado de los tres pilares

Firmitas se refiere a la firmeza y estabilidad de una estructura. Una construcción debe ser capaz de soportar su propio peso, resistir las fuerzas externas y mantenerse en pie durante un largo período de tiempo. Esto significa que arquitectos e ingenieros deben tener en cuenta el tipo de materiales que se utilizarán, la forma en que se distribuirán los pesos y cómo se construirá la estructura en su conjunto.

En segundo lugar, utilitas hace referencia a la utilidad y la función de una construcción. Los edificios deben ser diseñados para satisfacer las necesidades y demandas de las personas que los habitan y utilizan. Esto significa que el diseño debe ser práctico y funcional, y que debe estar en consonancia con el propósito de la construcción. Para ello es recomendable cuenta las necesidades de los usuarios, como la circulación, la iluminación, la ventilación y la accesibilidad.

Por último, venustas se refiere a la belleza y la estética de un edificio. La arquitectura debe ser estéticamente atractiva y coherente con el contexto en el que se encuentra. Esto nos lleva a tener en cuenta la proporción, la simetría, la decoración y la integración del edificio en su entorno.

Acerca de la ubicación y diseño de viviendas

El tratado escrito por Vitruvio se divide en varios libros y aborda cuestiones desde el urbanismo hasta el detalle constructivo de muros y pavimentos, pasando por el diseño de templos, teatros y baños públicos, entre otros temas. En concreto, el libro VI está dedicado a las casas unifamiliares y, entre otros contenidos, en el Capítulo Primero: De la situación de los edificios según las condiciones de los parajes, Vitruvio expone sus ideas y estudios al respecto.

De este texto hemos rescatado algunos fragmentos con mucho interés:

“Los edificios privados estarán correctamente ubicados si se tiene en cuenta, en primer lugar, la latitud y la orientación donde van a levantarse. Muy distinta es la forma de construir en Egipto, en España, en el Ponto, en Roma e igualmente en regiones o tierras que ofrecen características diferentes, ya que hay zonas donde la tierra se ve muy afectada por el curso del sol; otras están muy alejadas y otras, en fin, guardan una posición intermedia y moderada.

Como la disposición de la bóveda celeste respecto a la tierra se posiciona según la inclinación del zodíaco y el curso del sol, adquiriendo características muy distintas, exactamente de la misma manera se debe orientar la disposición de los edificios, atendiendo a las peculiaridades de cada región y a las diferencias del clima.”

Esta idea de que los edificios deben ubicarse, orientarse y diseñarse según el lugar se relaciona actualmente con el concepto de “arquitectura bioclimática”, cuya estrategia más importante es el diseño pasivo.

A lo largo del Capítulo, Vitruvio desarrolla diferentes estrategias bioclimáticas en base a diferentes climas (más fríos, más cálidos) que luego fueron aplicadas en todo el territorio del Imperio Romano.

¿Un cuarto pilar?

En la práctica, el diseño e implementación de este tipo de estrategias, en conjunto con una elección consciente de los materiales a utilizar, contribuye enormemente a lograr una arquitectura más respetuosa con las personas, el medio ambiente y la economía. Si bien han pasado más de dos mil años desde la publicación de “De architectura”, las ideas de Vitruvio son tan vigentes hoy día como lo fueron en su momento histórico.

Sería entonces adecuado añadir a los tres pilares nombrados por Vitruvio un cuarto, que podríamos llamar sustinabilitas, en referencia a la necesidad de la arquitectura de ser sostenible en sí misma para mantenerse a largo plazo, sin agotar los recursos naturales o dañar el medio ambiente. De esta forma estaremos construyendo edificios firmes, útiles y bellos, que además no pongan en peligro la calidad de vida de nuestras generaciones futuras.

_________________________________

Si tenés más dudas al respecto o algún proyecto en mente, no dudés en contactarnos por cualquier de nuestros canales y redes sociales.

Si te gustó esta entrada y aprendiste algo nuevo, podés ayudarnos con una pequeña contribución en el siguiente enlace: Un cafecito para NAVE

Por Arq. Teresa Vallejo

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2023 | Desarrollado por GuanaCode