La vivienda colectiva ha ganado popularidad en los últimos años, con cada vez más personas optando por vivir en edificios donde múltiples hogares cohabitan bajo un mismo techo. A diferencia de las viviendas unifamiliares, donde solo reside una familia, la vivienda colectiva ofrece una serie de beneficios tanto para los residentes como para el medio ambiente. En este artículo, exploraremos las ventajas de la vivienda colectiva y cómo esta tendencia puede contribuir a la sostenibilidad.
Desde NAVE aprovechamos cada proyecto de Vivienda Colectiva para aplicar los últimos conceptos e innovaciones en sostenibilidad.
Economía de escala: optimizando recursos y reduciendo costos
La agrupación de varias viviendas en un mismo edificio permite aprovechar la economía de escala. Esto significa que las necesidades individuales de cada hogar pueden ser abordadas de manera conjunta, lo que resulta en ahorros de costos significativos. Por ejemplo, en lugar de tener múltiples tanques de agua individuales, se puede implementar un gran tanque de agua compartido para todos los residentes. De igual forma con la producción de agua caliente y la climatización frío/calor. De esta manera, se reduce la cantidad de recursos utilizados y se disminuye el impacto ambiental de la construcción.
Única envolvente: eficiencia energética y ahorro económico
La envolvente de un edificio, es decir, las paredes y techos que separan el espacio interior del exterior, representa una parte significativa de los costos de construcción. En el caso de la vivienda colectiva, al agrupar varias viviendas en un mismo edificio, la cantidad de metros cuadrados de envolvente necesarios es considerablemente menor en comparación con las viviendas unifamiliares. Esto significa que, por el mismo precio, se puede mejorar ampliamente la eficiencia energética del edificio al invertir en una envolvente de mayor calidad. Además de reducir el consumo energético, esto también se traduce en ahorros económicos a largo plazo para los residentes.
Flexibilidad de uso y adaptabilidad a las necesidades cambiantes
La capacidad de adaptación es un aspecto fundamental para garantizar la vida útil prolongada de los edificios. En el caso de la vivienda colectiva, se busca dotar a los espacios de flexibilidad y amplitud en su configuración. Esto permite que los residentes puedan adaptar los espacios a sus necesidades cambiantes a lo largo del tiempo. Por ejemplo, se pueden crear ambientes modulares que se puedan reconfigurar según las necesidades individuales de cada hogar. Esta flexibilidad de uso no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también contribuye a la sostenibilidad al evitar la necesidad de realizar grandes modificaciones estructurales.
Instalaciones eficientes y preparadas para el futuro
Las instalaciones de un edificio, como el agua, las cloacas, la electricidad, el aire acondicionado, internet y la televisión, están en constante evolución debido al progreso tecnológico. En la vivienda colectiva, se diseñan espacios especialmente previstos para el mantenimiento y reemplazo de estas instalaciones. Esto facilita las actualizaciones y modificaciones necesarias a lo largo del tiempo, sin afectar la estructura general del edificio. Al anticiparse a los cambios tecnológicos, se promueve la eficientización de las viviendas colectivas y se evita la obsolescencia prematura de las instalaciones.
Confort y atractivo: espacios de calidad
El punto clave de la sostenibilidad en la vivienda colectiva es lograr que, además de ser respetuosa con el medio ambiente, brinde espacios de mayor calidad y confort para los residentes. En un eco-edificio, se busca crear un entorno interior agradable, considerando aspectos como la temperatura, la humedad, la distribución espacial, las vistas panorámicas y la ventilación adecuada. Estos aspectos contribuyen a mejorar la calidad de vida de los residentes, al tiempo que se reduce el consumo de energía y se minimiza el impacto ambiental.
Para aquellos que están planeando construir, comprar o alquilar un departamento, es natural preguntarse cómo estará construido el edificio y qué se puede esperar de él a largo plazo. La vivienda colectiva ofrece respuestas a estas preguntas, brindando beneficios tangibles en términos de eficiencia energética, ahorro económico y flexibilidad de uso. Al elegir una vivienda colectiva, los futuros residentes pueden tener la tranquilidad de saber que están invirtiendo en un espacio sostenible y adaptado a sus necesidades cambiantes a lo largo del tiempo.
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Por Arq. Damián Conci
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